Los obreros están trabajando en la etapa final de la obra en El Rulo. Hasta hoy se realizarán tareas de acondicionamiento y seguridad de la zona, y se habilitará el paso hoy desde las 14, según informó en Twitter el Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Se habían detectado unos agrietamientos en las paredes de contención del cerro, pero se asegura que no habría peligro alguno.
“En principio estarían dadas las condiciones para que se habilite, pero queremos hacerlo dentro del margen de seguridad razonable. Estamos haciendo todo lo posible”, dijo a LA GACETA Pedro Madrid, de la Dirección de Vialidad Provincial (DPV)
Según indicó, ayer se trabajó en el pavimento del tablero del puente y hoy trabajarían en el acondicionamiento de sus accesos, ya que “están muy húmedos y por eso no se los pavimentará todavía”. Mientras tanto, realizarán tareas de seguridad.
“No se puede contener”
Consultado por unos quiebres visibles en las paredes de contención, el ingeniero aseguró que “ese tipo de cosas ocurren y van a seguir ocurriendo”, dado que “la topografía del terreno es bastante compleja en la zona”.
“No lo podemos evitar porque es un gran macizo en permanente movimiento; no se puede contener ni prever. Es una tarea que vamos haciendo día a día, tratando de solucionar cuando se produce algún inconveniente”, reiteró Madrid.
Sin embargo, remarcó que las estructuras “son seguras”, más allá de la complejidad del asunto. “Nadie puede decir ‘acá nunca va a haber derrumbe’, el que dice eso miente”, agregó.
Además, el profesional dijo que el monitoreo se realiza permanentemente, para poder brindar soluciones rápidas si se presentan problemas.
El último paso
En tanto, la pavimentación -que sería el último paso para completar la obra- todavía no tiene fecha de realización. “Lo que estamos haciendo es una cobertura de la superficie de rodamiento para evitar que siga entrando humedad, para que cuando estén dadas las condiciones se haga la carpeta definitiva”, explicó Madrid. “Ahora hay lluvias anunciadas, entonces tratamos de evitar que siga penetrando la humedad”, añadió.
La demora -indicó el ingeniero- es una cuestión exclusivamente técnica a partir de las condiciones climáticas. Y se refirió a las críticas por las demoras en la obra, que lleva cinco meses. “Es el día a día lo que nos fue demorando, con los cambios que tuvimos que hacer en función de lo que se encontraba”, dijo. Además, defendió la decisión de haber iniciado la construcción durante el verano, ya que -aseguró- habían recibido comentarios negativos por frenar el paso de los turistas. “Lamentablemente tuvimos que optar por elegir el menor daño posible, ver a quién molestábamos menos”, comentó.
En este sentido, la prioridad fue la comunidad educativa. “Priorizamos a los chicos que van a la escuela en la ciudad y a los maestros que en definitiva son los más vulnerables. No lo hicimos de imprudentes, sí sabíamos que eran riesgos que se iban a correr”, manifestó Madrid. (Producción periodística: Bárbara Nieva)